ESTOCADAS PARALELAS
PIEDRA ERÓTICA
(2001-2003)
BURBUJAS DE AMOR
PRIMERA PARTE
RAÍCES DEL AMOR
Debajo del asfalto sin estrellas
el vasto futuro nos esperaba
No supimos leerlo desde nuestra burbuja
Se nos metió el mercado entre las ropas
y quedamos con ese olor al hueso de la piel
Quisimos medir los contornos del viento
tasar la esperanza en moneda común
pero las raíces del amor
rompen muros de acero
se cuelan por tragaluces
por los cerrojos del día
y los amantes que habitaban en nosotros
explotaron en chorros de líquido amoroso
limpiaron con sangre las calles
untadas de hollín
alimentando caseríos de fuego
y avenidas de fuego
con su carne.
TORRENTE INVENCIBLE
Hacer planes contigo de contraparte
como si pudiésemos decidir
contrariando a las fuerzas cósmicas del trabajo
Tomarnos de la mano y en vana libertad
domesticar a los potros del azar indomable
Pasearnos descarados por alamedas sin asfalto
donde los árboles desinhibidos
juegan con sus frutas y sus aves
Caminar por el aire vacío del porvenir
en rebelión contra los relojes
perdidos y luego devueltos
a las aguas del mismo torrente invencible
FUIMOS OTROS
Eres una mancha en la pantalla del ayer
¿Puedes verte?
¿Puedes vernos?
Pareces otra y yo mismo no parezco yo
Nos exploramos con vista y tacto de reptiles
Nos acariciamos descaradamente
cómplices en el calor
Veo un sol enérgico y triste
alumbrar esos corazones
La palabra libertad escrita
como grito desesperado
en las paredes del calabozo mutuo
feliz por añadidura
Algo les une a los primeros cristianos
viven contagiados en su dulce epidemia de fe
TU CUERPO Y MI LOCURA
Qué puedo hacer con tu calva
con tu pecho
con esas formas de sueño
que llenan de vacío las sábanas
estampadas con tu nombre
Qué puedo hacer si no logro
tragar tu presencia mitológica
si me empeño en desmantelar
los monumentos de ti
como si no supiera que hasta el aire
está salpicado de tu cuerpo
como si no hubiese mordido la mentada manzana
tus caderas materializando los sueños de cualquier macho
poético por equivocación
Y prefiero esta suerte de tono irónico
Y descreo de tu cara detrás de todas las puertas
Y apuesto a la vigilia
porque el sueño te ha elegido
Y reniego de la fe
vecina de la esperanza
Y pongo grillos al deseo
cuando cae en idolatría
Y todo para hundirme en un cuarto de nadie
en la fascinación de tu cara
hundida en las cuatro esquinas de mi locura
MOMENTOS DE TI
Un montón de momentos fugados
guijarros en la superficie de la tarde
Quizás los abrazos del frenesí
sus gaviotas de felicidad
dejen huellas en la atmósfera
minúsculas partículas de sangre
porque no es posible que tu cuerpo flote
desaparezca
como vaho en el vidrio opaco del alma
PÁGINA LLAGADA
Nacer y morir en un solo giro
en ruedas de insaciable monotonía
así nacieron y murieron otrora los instantes
Antes de ti no hubo tiempo recobrado
no hubo nostalgia ni corrupción posible
La ciudad viajaba lúdica en mi barco
con todas sus calles en liviandad de olvido
Antes / mucho antes
la gente no tenía nombre
las caras de todos quedaron en una
los árboles dispares
en un solo y transparente árbol
Pero llegamos nosotros
cogidos de la sangre
a escribir nuestra historia de tierra
nuestra historia de mareas como sueños
y de sueños como pájaros a la amanecida
Le dimos nombre a las cosas y las gentes
y de pronto los días
ante nuestros ojos temblorosos de asombro
y dicha derramada en lágrimas
dejaron para siempre de ser iguales
LA PRIMERA VEZ
Sentí miedo al caer por tu cuerpo
miedo de niño perdido
bruma de los primeros años
Pensé en dios por primera vez y le llamé
como quien telefonea a su hada protectora
Le pedí prestadas las cruces del perdón
y pasó por mi lado sin mirarme
su rostro apuntaba al santo oficio del castigo
al santo oficio de la culpa y el castigo bruto
Pero ningún látigo / que lo sepan las generaciones nuevas
ninguna guillotina mohosa
puede apagar los incendios del corazón
Entonces con el miedo temblando entre las piernas
dejé que tus manos buscaran y que mis manos buscaran
y aparecieron esos ruidos de muerte
clavándonos la boca / No lo sabíamos
pero entre tú y yo
latían muchas generaciones humanas
Esa noche perdimos las arboledas infantiles
y nos lanzamos desnudos
a la sagrada llanura salvaje
ANTIGUOS HABITANTES DE LA CAVERNA
Cerrar ventanas y ojos
lo que importa está más allá de la luz
Juguemos a escarbar bajo el asfalto
a buscar las raíces
nuestros antepasados en la campiña desnuda
Descubrir la mecánica del destino
nutriéndose de sangre y desperdicios
La materia prima de las almas
no parecía interesarle
miraba con sorna los cadáveres
después de la batalla
se reía frente al rostro del amor
frente al triángulo inconcluso de las ideas
En esos errores repetitivos
presentía el sucio deseo humano
Los griegos amantes
no querían Troya por amor a Helena
y los conquistadores
previa anuencia del padre
gritaban su oración al viento
justo antes de iniciar la matanza
Quisimos volver los ojos al horizonte
al cielo de una noche estrellada
pero no había médula en los huesos del amor
se rompían al primer soplo del invierno
al primer atisbo de tempestad
Al lado derecho del vacío
nos quedaba una pálida superficie transparente
donde dientes de sol
seducen y devoran
a los antiguos habitantes de la caverna
MÚSICA SILVESTRE
Cultivar pasión por la música
atrapar canto del granito en la boca del volcán
temblores de hierba
atizada por el viento
y en noches de luna encendida
la antigua ópera de los lobos
Asistíamos a conciertos de lluvia
sobre techos de zinc
y al llanto de los grillos en pastizales resecos
Alimentábamos el mito del agua
que tararea bajando los cerros
o su latido hondo al ritmo del mar
Acaso en una noche de amor
los amantes que fuimos
volvamos a recrear ese latido
DESCUBRIMIENTO
Qué tempestad es esta / me pregunto.
Qué zumbido de rebaños remotos nos reclama
Ese sonido seco de los cerros / mi sonido
Esa resistencia de plantas desérticas / la mía
Soy piedra que apretadamente aparece
Sólo para tus ojos
que son ojos entrañables
Sólo para tu beso
silencioso y cargado de duda
Sé que la piedra no sabe de besos
sé que la piedra no sabe del hombre
de sus tempestades interiores
de sus cuerpos combustibles
un día recién encendidos
otro día cegados para siempre
Adivino con sorpresa
tu sangre en movimiento
adivino tu muslo en vez de la luna
y esa arboladura subterránea
y esa ventolera que no cede
y ese estremecimiento
que al fundirnos
nos estremece