EN LOS CAUDALES DE LA MEMORIA
Autor: THANATOS, 1997
PRÓLOGO
Entre los años 1997 y 2003 utilicé el pseudónimo Thanatos para la publicación de poemas o conjuntos de poemas. La razón nunca fue ocultarme, sino conservar el nombre que utilicé para pegar frases, versos y textos breves anti dictadura en los muros de la biblioteca universitaria en los 80'. Ya en el año 2004, cuando comencé a escribir cuento, mis textos en verso cambiaron significativamente y creí necesario terminar con el seudónimo, Thanatos había muerto.
A continuación, expondré una selección corregida de los textos publicados con dicho seudónimo. Si bien muchos de los poemas de esta primera época son de una calidad cuestionable, he creído posible y necesario rescatar y adaptar algunos, pues nos muestran una poesía, por momentos, contra cultural y originalísima.
En 1997, auto-publiqué En los caudales de la memoria, texto dividido en dos partes, el libro primero se llama “Laberintos” y está compuesto por un solo poema largo, aunque, como suele ocurrir con los poemas largos, son en verdad varios textos en uno. De aquí rescato los poemas que nos ayudarán a comprender la intención del poeta principiante y el vínculo con el contexto de los años noventa, un contexto dominado por los primeros gobiernos "democráticos", por el abandono del movimiento popular que derrocó a la dictadura y por las limitaciones de una democracia trucha, custodiada por militares desde las sombras.
Según mi parecer, el poeta muestra con claridad y énfasis su descontento con este contexto y con el mundo en general. El libro segundo: “Artefactos”, recoge más o menos las mismas motivaciones, pero se trata de poemas más antiguos y por lo mismo, un poco más acabados y de los cuales, es posible rescatar más.
Agosto del 2015
LIBRO PRIMERO
LABERINTOS
1)
Caravana del ahorcado
hijo de pasiones sádicas
verdugo apasionado
fiel a su deseo impreciso
aflicciones malditas y cuerpos
pululando en su roja habitación
3)
Salve patria del sueño
suelo de geometría
penetrado por la llovizna impredecible
Los residuos de tu cuerpo sobreviven
en refugios subterráneos
Nuestra existencia pantanosa
confusión del amor-odio
taladrando hacia el asfalto
como red de cloacas blandas
al paraíso de una fórmula algebraica
5)
Regresan los saurios
desde su hambre de milenios
bebiendo muchachitas estudiantes
después de la aburrida intervención de cadáveres
en la morgue de turno
Veta insuficiente de las almas
contagiadas por ángeles y truhanes de telenovela
donde el tragicómico rompe-huesos
siempre termina tirándose a la doncella
7)
Nadie se levante de su butaca
continúa por siempre el espectáculo
como si fueran ajenos los cadáveres
como si en cada muerte no estuviera
toda muerte resumida
11)
Arrodíllense lameculos todos
Rueguen a sus dioses por la eternidad del pan
Agrúpense mafiosos del mundo entero
asesinen
violen
sodomicen
torturen
contaminen en nombre del desarrollo
del bienestar a costa de los árboles
de la seguridad cobarde
Acribillen a esta raza inmunda de la indiferencia
del trabajo embrutecedor
Animales
bestias de la noche
no pidan permiso para la matanza
no tengan piedad de nadie
pues nadie se apiada de nada
Devoren/ devoren/ devoren
cínicamente
con el afecto hipócrita de los que sonríen
y apuñalan por la espalda
12)
Casi no respira
Muestra su palidez amarga
Cabeza despoblada a girones
Veo al hombre
Al sub-hombre
Al renacuajo
Acomódense en la platea mirones
Acomódense
No quiten el sol de las ventanas
No se repartan las porquerías antes de tiempo
¿Por qué no apartan esos muros desolladores?
Qué se apiaden bocas negras y abiertas
Esas babas pegajosas que me cubren
No sé qué pasa amor mío
Son años sin besarte
Ya son años que soporto tu asco
Tu mirada piadosa e hipócrita
Manada de carroñeros
Les escupo desde mi agonía
Desde mi entrañable y fatigosa agonía
Les asesino imaginariamente
Para morirme solo
Y qué
No se puede morir de otra manera
23)
Mis recuerdos de anfibio come-peces
a las sombras de arboledas que no existen
Sobre caseríos reflectantes como espejos
aterrizan pájaros mutilados
Y los semáforos brotan de las alcantarillas
como flores toscas y alucinantes
Bajo el casco nuevo de la ciudad
solloza el Homo-Faber
y los mandriles muerden ansiosos
las paredes de los subterráneos
26)
Aburridos sepelios de todos los días
lentamente por la avenida del cielo
Borrachera de sombras agitándose
Anhelos
Voluntad adormecida por la civilización
por la cirugía del tiempo
Mis impacientes espermatozoides
añoran un polvo insurrecto
el levantamiento de mis huesos
lejos del desenfreno pactado del matrimonio
lejos de la férrea vigilancia de las viejucas
los creyentes y el párroco de turno
27)
Torre del ángel vigilante
soberbio mata-gatos larga mira
noche de cadáveres perdidos
estampados en el largo muro
de la inocencia perdida
Ahora que tu cara brama con la tierra
su calidad de cemento o de chatarra
su condición de ave de guerra o paloma
Óyeme tú
sobreviviente
adúltero
es la torre del vigilante
la fragua de osamentas
la ley ordenando tramas celulares
estados mentales patológicos
datos de huesos
cráneos
escrotos
radiografías dentales
cédulas
pirámides sociológicas
visitas a parientes en los hospitales
horas que pasan los jubilados en los parques
veces que se usa el escusado
en una familia de cinco miembros
en días de trabajo
Óyeme tú
sobreviviente
adúltero
es la torre del ángel vigilante
transparente como no hay otra
intocable en la espesura de la niebla
insensible a los gritos
del campo de niños prisioneros
insensible a la paciencia de los viejos
que por la tarde serán ejecutados
33)
Ni siquiera la poesía nos unió
El mundo rechinaba en los pasillos
también tú
en el océano de una cafetera
remando hacia el delirio esquizoide
Y la triste alegría de los otros estudiantes
Yo mismo me sentí parte de tu mitología
¿Qué importa el cañón de las bestias apuntándonos
flotando en la significativa poca cosa
de nuestras conversaciones?
Y esa obsesión tuya por destripar los rasgos
por adivinar la intención oculta
Difícilmente las palabras tienen estructura ósea
adoptan la deformidad de los oídos
Pero la muerte en voz alta te dio el aviso
o tú le saliste al paso
la sorprendiste sobre los rieles del tren subterráneo
Poco tendrán que decir los héroes muertos
en la barricada generacional
nada dirán los militantes cristianos o comunistas
pero a mí me restan tres o cuatro imágenes grabadas
para siempre en mi espejo onírico.
LIBRO SEGUNDO
ARTEFACTOS
Introspecciones
1)
Soy dios circular
prisionero de círculo
enfrascado de mundo
2)
Soy nativo nunca conquistado
pero flagelado por centurias
4)
Soy deshabitante de esta tierra
y llevo los bolsillos llenos
de infiernos infinitos
para todos los hombres
6)
Soy ser cosificado
neutro espécimen
revolcándome en obrajes
oficinas
agonizando sin haber nacido
8)
Soy prócer moribundo
bellaco saludable y rico
La justicia con su acero
nos golpea extrañamente
9)
Soy el que ha muerto por todos los hombres
sin conocer o conociendo
que en todo suicidio habita el desprecio
10)
Soy el que soy
soy poeta del tiempo detenido
que no es tiempo
ser de los seres que han osado
soñar el mundo.
CABARET
Calle de fuego negro
rojo en el fondo
Se abre la fosa irremediable
a la danza de ojos y piel
Titararitatata
ritmo
Titararitatata
Copa tras copa
arriba
Copa tras copa
Afuera
el frío negro abate
de golpe las barricadas
Adentro
Titararitatata
Ritmo
Titararitatata
ENEMIGO CÓSMICO
Mi enemigo no tiene brazos
ni manos escamosas
ni cuerpo objetivo
Se disfraza
puebla mi mesa de manjares
deambula por libros y periódicos
se instala en mis zapatos
en mi camisa importada
Monstruo ambiguo
multiforme y ciego
Obsoleto quedó mi heroísmo de barricada
mi desayuno frugal
mi abstinencia de computadores
mi metralla de palabras
mi piedra veloz
seducida en amables negociaciones
Sólo resta disolverse en impotencias oscuras
dejarse envejecer y morir en alguna plaza
sin palomas ni regresos
ALAMEDA
Zumba
Tiembla
Rugido de oruga recia
Huera de mariposas
Respira
Es el ojo maduro del semáforo
Quien ordena
Lloran seres en la estancia de los árboles
Brazos desfallecidos hasta el rostro suelo
Retocado de baldosas
Muere un sollozo asfixiado por las hojas
Y las palabras devienen pétreas
Cúbicas
Como caídas de una gran heladera
A una ecuación polar y siniestra
No es posible tanto invierno
Tanta soledad de escaños sin amantes
Tanta bruma insensible a mis ruegos
Zumba
Tiembla
Reverdece ojo en falsa primavera
gélida de pura niebla
De pura hambre de tibieza
De puro tiempo de metáforas
Fugaz alameda
EXTRAÑO JARDÍN
Quejido de flor mutilada
Aguijones de hierro
Brote asfaltado en mi sueño verde
Risas metálicas
tristes
como estrellas húmedas en mi última lágrima
sin tiempo ni pena
lágrima sola
diálogo entre bocas no besadas
que probaron ser amantes
y amadas
BOYERUCA
Sombra de pescadores petrificados
y sus naves desiertas
y sus redes del abandono
Pasan hombres fríos
con manos frías y huesos fríos
Niebla
polvo de conchas soportando la mañana
almas ciegas de ciegos aborígenes
desaparecidos
Me hundo en tus callejones Boyeruca
como los mariscadores
hunden sus vidas en los roqueríos
MARINA
Déjame tu canto solapado
sirena abolida de mi océano
Sé lecho
pájaro y luna
se piedra encendida
en mi jarrón predilecto
y sembraré en tu regazo
mi única prole
DOS SUR
Pudiste ser lecho de río sureño
aeropuerto de pájaros prehistóricos
o sendero de guerreros gigantes
Pero fuiste desfile de parroquias
lúgubres estatuas dominando plazoletas
conquistando la ciudad entumecida
Fuiste puente burlón montando al Piduco
acaso calle llorada con la llovizna dominguera
para que cientos de seres y carruajes perezosos
murmuren y mueran al quebrar la cuadra
VAGO
Hambre de canaleta rota
goteo eterno
Tirita
se muerde
no hay espacio tibio bajo el puente
no hay migajas duras
ni esperanzas
mientras llueve
EXPRESO
He colmado de valijas los andenes
y de trajes de baratillo
los rincones del vagón
Llevo un libro de poemas que nadie leyó
un pulóver negro de sucio
y tres camisas desbotonadas
Llevo una chimenea oscura de moho
para romper copas
y capear la noche de los polos
Llevo unos zapatos con la suela desvanecida
una lapicera inservible y un diario de muerte
en el que se admiten amantes y putas de oficio
llevo los cadáveres de mis cómplices de borrachera
un certificado de difunto
para identificarme
y la sombra que arrastro desde el primer día
desdibujada por los muros y los zaguanes
DE LA MEMORIA AL FÉNIX
Thanatos, año 2000
En el año 2000 decidí publicar un segundo conjunto de poemas. Estos textos denotan una búsqueda frenética de las palabras, formas y sonidos. Es una poesía experimental deficitaria, pero que tal como el libro anterior, logra tres o cuatro textos de los que es posible extraer algún valor poético.
DESCUBRIMIENTO
Qué tempestad es esta / me pregunto.
Qué zumbido de rebaños remotos nos reclama
Ese sonido seco de los cerros / mi sonido
Esa resistencia de plantas desérticas / la mía
Soy piedra que apretadamente aparece
Sólo para tus ojos
que son ojos entrañables
Sólo para tu beso
silencioso y cargado de duda
Sé que la piedra no sabe de besos
sé que la piedra no sabe del hombre
de sus tempestades interiores
de sus cuerpos combustibles
un día recién encendidos
otro día cegados para siempre
Adivino con sorpresa
tu sangre en movimiento
adivino tu muslo en vez de la luna
y esa arboladura subterránea
y esa ventolera que no cede
y ese estremecimiento
que al fundirnos
nos estremece
EL BAR
A esta hora en que no consigo el rigor de las manos y las cosas huyen evaporadas de cuerpos contiguos. A esta hora las aspas de las luces son garfios que atrapan, cercenan mis rodillas. Y escucho el quebrar, siento el doler de los huesos de todos, las muecas de todos y mi dolor sin forma, dibujado en los vagos muros del bar.
Miro de frente al que me mira y descubro el rostro del miedo en el espejo ¿Cuántas veces, cuántas mañanas lo he tenido allí, cristal contra cristal, en ecuación perfecta? ¿Cuántas veces, cuántas noches innumerables lo he tenido allí, cristal contra revólver, en la hora previa del fuego? Sin embargo, prefiero la música lejana, la noche embotellada entre hielos que se derriten al calor de la vida.
Ya en la madrugada, cuando las murallas inmateriales desisten y las muchachas regresan a sus cuarteles celestes, gusto de nadar a ciegas en la negrura que derrite las calles, sus árboles y sus puentes. Nadar sin compasión por el cansancio, explorar las orillas de esta copa en que cabe todo el mundo. Nadar afiebradamente y sentarse a temblar, como el feto que late y predice, que su primera muerte será un alumbramiento.
EL SÁTIRO
(A Arthur Rimbaud)
Caballo de vidrio roto, seguí tu vuelo sobre las ruinas de la Atlántida. Otro grano de arena a los desiertos donde no quedan pájaros, donde todo se viste de fábula negra en lo negro del miedo. Caballo de vidrio roto (nuestra noche polar), dime si tu ímpetu te quema al primer roce de luz, dime si cabalgas sórdidas madrugadas mutantes o eres nudo quieto, atragantado de sitios eriazos. Dime si descansas, dime si tu huella desciende sobre cráteres de amor o lo espeso de la locura. Tu carne cruje, vuela su vuelo rasante sobre los campos de Charleville.
A esa velocidad, ninguna culpa resiste, a esa velocidad, se queman las páginas de toda historia